En México por tradición se acostumbra redactar “CALAVERITAS"; ingeniosos versos populares, satíricos
y festivos, que comentan en forma de epitafio las acciones de personas vivas – sin
respetar posición social, política o eclesiástica– y aparecen en periódicos,
revistas y hojas independientes. Son versos de origen colonial relacionados con
expresiones de la Edad
Media europea como la “danza
de la muerte”, y con la concepción prehispánica de que la muerte es
inseparable del ser humano.
Las “calaveras” alcanzaron gran auge a principios del siglo
pasado, cuando José Guadalupe Posada ilustró muchas de ellas y presentó
esqueletos ataviados en muy diversas formas.
El que anda de enamorado
a la mujer echa un reto,
figúrese al menguado
que enamora a un esqueleto.
a la mujer echa un reto,
figúrese al menguado
que enamora a un esqueleto.
De alguna forma el auge de las calaveras cobra una nueva dimensión en los comienzos de éste nuevo siglo, con discursos incorporados desde el mundo del Catch mexicano, a través de la indumentaria y los accesorios dirigidos a culturas urbanas más allá de la estética punk, gótica o dark.